Por Diego Ayma Ayma @diegoathos
Los sociólogos Gonzalo Portocarrero y Carmen María Pinilla, junto al crítico literario Juan Carlos Ubilluz participaron en la primera sesión del ciclo conferencias dedicadas a la obra Dioses y hombres de Huarochirí, un texto quechua traducido por el escritor José María Arguedas.
*IMPORTANTE. Es necesario leer el capítulo 5 de Dioses y hombres de Huarochirí para comprender mejor este artículo. Al final del artículo lo pueden encontrar.
El evento se
realizó el jueves 28 de mayo en la Casa de la Literatura Peruana y
el tema de la cita fue la fundación del orden de Pariacaca, donde se
discutió en torno al capítulo 5 del manuscrito de Huarochirí. La
reunión contó con la participación artística de la narradora y
actriz Ana Correa.
Recordemos
que Dioses y hombres de Huarochirí reúne un conjunto de mitos que
existían en la región limeña de Huarochirí en el siglo XVI, los
cuales fueron recopilados por el sacerdote español Francisco de
Ávila con la finalidad de contribuir a la extirpación de
idolatrías.
¿ARGUEDAS
SE SENTÍA TAMTAÑAMCA?
“Una
cosa un poco lúgubre (…) es que Arguedas se dispara el 28 de
noviembre, pasa viernes, sábado, domingo, lunes y muere el martes”.
(Carmen María Pinilla comenta sobre la coincidencia del número cinco presente en el capítulo 5
del manuscrito)
La socióloga
Carmen María Pinilla relató cómo José María Arguedas se
involucró en la traducción del quechua al castellano del manuscrito
de Huarochirí y sostuvo que esta narración andina influenció
marcadamente en “determinadas circunstancias biográficas” y
obras del autor de Todas las sangres.
“Ocurre
también lo inverso, que siente admiración y pondera ciertos pasajes
del manuscrito influido por experiencias pasadas o presentes o por
determinados sentimientos, ponderó algunos pasajes en detrimento de
otros que soslayan pues, asumimos nosotros, ponen en riesgo su
siempre debilitada salud emocional”, indicó.
Pinilla
también realizó un recuento de determinados aspectos del capítulo 5 del manuscrito de Huarochirí que se consideran “arguedianos”,
como los zorros dialogantes, los ciclos temporales, los falsos
doctores y el número cinco presente en la citada narración quechua.
“(José
María Arguedas) se identificó también con el personaje Tamtañamca,
ése que en el relato de Huarochirí se enferma debido al adulterio
(…) está el fantasma, tiene pánico de parecerse a Tamtañamca o
de correr la misma suerte de que su mujer pueda resultar adúltera”,
precisó Pinilla y agrega que Arguedas fue muy dependiente de la musa
ideal, en este caso Sybila Arredondo.
Sin embargo,
hizo notar que existe una gran diferencia entre el autor de El
zorro de arriba y el zorro de abajo y el padre de Chaupiñamca:
“Tamtañamca teme la enfermedad y su desenlace, hace lo que sea por
curarse; Arguedas, la enfrenta”.
HUATYACURI,
EL HERMENEUTA
“Arguedas
antes de la traducción del manuscrito se siente un poco agotado como
narrador, porque el material que tenía de su infancia como que
comenzaba a acabarse (…), para Arguedas la traducción y la
lectura del manuscrito es como recargarse de baterías”, anota Gonzalo Portocarrero.
El sociólogo
Gonzalo Portocarrero afirmó que Dioses y hombres de Huarochirí es
un libro muy complejo, que evidencia un sincretismo y la religiosidad
campesina del antiguo Perú, un texto que nos pone en contacto con
nuestra historia, hace recuperar una dimensión fantástica y mítica
que es “posibilitadora”.
“Es una
manera de pensar en un proyecto cultural de este autor del manuscrito
si lo comparamos con Huamán Poma o con Garcilaso vemos que es muy
distinto, vemos que el autor del manuscrito está más apegado a la
tradición popular, mientras Garcilaso piensa en una cristianización
que es mucho menos india (…), y de otro lado, Huamán Poma más
bien se mueve en un registro más que todo de denuncia”, detalló.
Para
Portocarrero el capítulo 5 de Dioses y hombres de Huarochirí
refleja un cambio civilizatorio, de una época marcada por el odio,
por la impostura y por la infidelidad, a una época muy distinta,
donde la relación del hombre con la naturaleza es más estrecha, con
una relación complementaria entre los hombres y donde nace el héroe
cultural: Huatyacuri.
“Tamtañamca,
el hombre que se hace adorar sin razón, es un hombre que ha perdido
poder, ha perdido el contacto con la naturaleza. Lo contrario ocurre
con Huatyacuri, es una especie de hermeneuta, es un intérprete de la
naturaleza (…), es un hombre que tiene aspiración a la sabiduría
a través de la observación, evidenciando un saber sobre la
naturaleza”, dijo.
Portocarrero
consideró que Huatyacuri y Pariacaca son el inicio de una nueva
época benéfica y más conveniente para los hombres de la que
Tamtañamca representaba. Y el capítulo así lo legitima. Además,
resaltó la importancia del lenguaje en el mito de los venados
devoradores de hombres como una forma de hacer otra realidad mediante
las palabras.
Nevado Pariacaca. (Foto: Samuel Hurtado) |
TENER NO
ES PODER NI SABER
“Es un
megamito, es un mito que explica los mitos en el sentido que vemos en
la trama cómo los dioses nacen de los hombres y no al
revés”, refiere Juan Carlos Ubilluz.
El crítico
literario Juan Carlos Ubilluz argumentó que el Capítulo 5 de Dioses
y hombres de Huarochirí trata sobre la destrucción de un cambio y
de orden social de Huallallo Carhuincho a Pariacaca, donde se
evidencia la importancia del saber de los hombres sobre la
naturaleza.
“El saber
y el poder que en realidad no tiene Tamtañamca pasa en esta historia
por una metáfora sexual; con respecto al saber que no tiene,
Tamtañamca no sabe que su esposa lo engaña; con respecto al poder,
Tamtañamca no puede satisfacer a su esposa”, señaló.
Ubilluz
explica que aquí la función de la mujer de Tamtañamca es perforar
el semblante de que él puede y de que él sabe. Así, la mujer con
su infidelidad llama la atención “con respecto a que tener no
quiere decir poder ni tampoco saber”.
“Huatyacuri
es presentado con atributos que son bastantes distintos a los de
Tamtañamca, es un wakcha, quiere decir que no tiene lazos de
parentesco, podría ser pobre aunque eso no es probable (…),
Tamtañamca tiene riquezas y tiene lazos de parentesco (…)
Huatyacuri a diferencia de Tamtañamca sabe, y sabe porque en los
sueños es que escucha a los zorros hablar y sabe lo que le está
ocurriendo a Tamtañamca, por lo tanto aquí hay un hombre que sabe y
que puede, se trata de un saber eficaz y este hombre tiene un saber
relacionado con la naturaleza”, añadió.
Según
Ubilluz, para que Huatyacuri funde el nuevo orden de su padre tendrá
la ayuda de Chaupiñamca, quien es una facilitadora, una deidad
matricial, que brota para hacer surgir algo distinto, que tiene el
atributo de aparecer y desaparecer: “ella no ordena la cosas, sino
que desordena”.
“Solo
cuando se ha probado el saber de Huatyacuri, solo cuando el saber del
orden anterior se convierte en pura animalidad, cuando el hombre de
Huayllallo Carhuincho se convierte en venado y por lo tanto puede
tener voz, ruido, más no palabras; entonces vemos que desde los
cinco huevos nacen cinco halcones y luego se convierten en hombres y
comienzan a andar”, manifestó.
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